BOTELLA ASENSI, Evaristo (Alcoi, 1882-1939). Político republicano, militó primero en el Partido Republicano Radical y posteriormente en Izquierda Radical Socialista. Era impresor y propietario de la imprenta Fraternidad. Su hermano, Juan Botella Asensi, fue ministro de Justicia con los gobiernos de Lerroux y Martínez Barrio.
El 18 de julio de 1936, Evaristo Botella era el alcalde de Alcoi. El día 2 de octubre, rebasado por la presión de los sindicalistas, dimitió de su cargo siendo sustituido por el Consejo Económico Político Social. Ya sin cargos de responsabilidad política marchó de Alcoi, pasando a residir a la localidad de Anna (Valencia), donde permaneció la mayor parte de la guerra.
Al finalizar la guerra, fue encarcelado. Durante las indagatorias realizadas para la instrucción del juicio sumarísimo, unos testigos declararon a favor, mientras que otros presentaron cargos muy comprometedores. La Comisión Gestora municipal lo acusó de ordenar la «recogida de armas, de las que hizo entrega a la chusma con el propósito de impedir que las tropas se sumaran al Glorioso movimiento Nacional»; de presentarse en el cuartel de Infantería de la localidad, que se había sublevado, y conminar a sus mandos a que depusieran las armas; y de «exigir, con turbios propósitos, que le fueran entregados los falangistas que habían acudido al cuartel la noche del glorioso Movimiento» con el fin de sumarse a la sublevación. A su vez, Rafael Candela Moltó lo acusó de inhibirse y no interceder para que el Tribunal Popular indultara a su hermano, el teniente Camilo Candela, sublevado en la guarnición de Alcoi, por lo que fue ejecutado. Por su parte, el agente de vigilancia Rafael Llin manifestó que Evaristo Botella, como alcalde, «consintió y permitió el incendio, saqueo y derrumbamiento de las iglesias de esta ciudad».
Por el contrario, otros testigos salieron garantes. José Pérez Peidro declaró que Botella no era capaz de tomar parte en saqueos e incendios de iglesias, pues era un hombre de recta conciencia. Ramiro Cantó Sempere manifestó que intercedió por él ante la policía. Y el capitán de la Guardia Civil, Manuel Ruano Wamba, declaró que el día 18 de julio de 1936, Botella lo acompañó a su casa, evitando con ello que fuera molestado; y que más adelante compareció como testigo ante un Tribunal Popular, hecho que evitó que fuera fusilado.
Pues bien, el día 26 de mayo de 1939 un Consejo de Guerra, presidido por Juan Hidalgo Matías, lo sentencia a la pena de muerte por adhesión a la rebelión militar; si bien acordaba proponer su indulto a la Superioridad, en méritos de haber favorecido a personas de derechas, entre ellas a un oficial del Ejército. Cuatro meses más tarde, el 23 de septiembre, a las 6:10 horas de la mañana, era ejecutado en la boca número 4 del túnel de la inconclusa línea ferroviaria Alicante-Alcoi. Es más que probable que los verdugos supieran por teléfono que Botella había sido absuelto, y que el indulto estaba llegando a Alcoi.
Ángel Beneito Lloris